Me hizo súper bien salir hoy día. Juntarme con esas amigas con las que hablamos cada lesera por minuto, reírnos, contarnos las cosas que nos han pasado últimamente, consejos van y vienen, filosofar y todo lo demás. De repente es bueno compartir con alguien eso que uno tiene guardado, sacarlo un rato, ponerlo en la mesa y que te ayuden a desmenuzarlo... al final se limpia, siempre sale lo mejor de todo, y lo malo se desecha tan rápido como las cenizas de los cigarros que se consumen mientras conversamos.
Estamos tan vivas. Nos sentimos tan vivas, tan jóvenes y libres de hacer con nuestros días lo que nos de la gana, proyectando nuestros sueños en el aire, mirando hacia adelante con la vista alta y el pecho hinchado, felices de disfrutar el aquí y el ahora, que es lo que más vale. Juntas nos sentimos más; más excelsas, más fuertes, más queridas, más sabias, más vivaces, más confiadas, más felices simplemente. Y pa' eso estamos, para alegrarnos la vida, pa' ayudarnos a agarrar vuelito de nuevo cuando la cosa se nos pone pesada, pa' pegarnos la cachetá cuando la estamos cagando, pa' que nos duelan los músculos de la risa con las cosas que nos han pasado, pa' hacerle "nanay" al corazón cuando lo hieren y pa' pegarnos la buena onda. Es lo mejor.
Realmente me siento feliz, me siento con ganas de hacer de todo (menos de estudiar para la prueba de historia que tengo mañana... claro), con ganas de ver el amanecer, de sentir el mundo y tocar el cielo, de alcanzar mis sueños y dormir con los ojos pegados en el techo, de esperar con calma que el tiempo pase y que estemos maduros, que crezcamos y que estemos listos para la gran aventura, y con ganas de gozar a full todo lo que venga en el camino, lo que venga hoy, mañana y pasado mañana, porque la vida es ahora y si no, ¿cuándo?
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