lunes, 28 de marzo de 2011

Non stop

Estas primeras semanas de U han sido cuáticas. Como que no sé si salga viva de este semestre... pa más que con lo brígido que ya es, se me ocurre tomar dos ramos de historia para ilustrar mi espítitu y todo eso... pero estoy hasta las pelotas (metafóricamente, ya saben).
No sé a quién echarle la culpa, en verdad. Esto de tener que vivir todos los días la misma rutina, de levantarse temprano y sentarse en salas llenas de niños ñoños, a llenarse el mate de teoremas matemáticos y modelamientos físicos... A quién se le habrá ocurrido que así teníamos que vivir?

Hoy día acompañé a mi pololo al médico en Providencia y anduvimos un ratito corto dando vueltas cerca del Drugstore (corto, porque había que irse a estudiar). Me di cuenta de que hace mucho tiempo que no salía a caminar, a pasear, como lo hacía antes... desconectarme, mirar el mundo desde afuera, meterme en la historia de la ciudad, visitar lugares choros, pensar... Cosas absolutamente necesarias para alguien que quiere mantener un pichintún de sanidad mental en días como estos, creo yo, pero ahora no tengo tiempo pa eso. Qué lata. Y no es que no quiera estudiar... solo que la imposición de la sociedad de que tengo que ir a la universidad a hacerme pico matracando cuestiones imposibles en mi cabeza porque somos "los mejores de Chile" me parece francamente absurda a ratos... A costa de qué? Cuántas cosas, cuánta vida tengo que sacrificar para anotarme en la lista de la famosa "élite de Chile" que nos repiten como loros?

Se supone que esto es crecer... Basura. No creo que ser adulto signifique perder el tiempo que valiosamente dediqué por años a conocer mi ciudad y mi mundo, tiempo que prefiero usar paseando y pensando. Perder mi tiempo tragado por la rutina, absorbido por el estrés al que nos tienen sometidos, en un sistema económico que lo único que hace es succionarnos hasta la última gota de sangre a cambio de unos papeles pintados o unos números en una pantalla. Quiero más días bonitos para irme a la playa, o para subir un cerro, o para pasear por Santiago taciturna, o para ir a tomarme un café con amigos, o para sentir el abrazo tibio y oloroso del hombre que amo, o para almorzar relajada con mi familia... o para simplemente descansar. Es mucho pedir?

marcando territorio

Todo lo que está escrito en este blog son pedazos chorreados de mi propia conciencia (o inconciencia) y tengo todos los derechos del mundo sobre mis palabras, ok?
Prohibido copiar, plagiar y/o imitar mi súper estilo, mis ideas o cualquiera de las huevadas que hablo, porque mis pensamientos son únicos, y al que no le guste, chabela.