sábado, 24 de diciembre de 2011

Cuático

Tuve hace un rato la conversación más cuática, profunda, emocional, esotérica y trascendente que he tenido en toda mi vida. Increíble como un momento puede convertirse en algo magnífico, que puedan decirse tantas cosas y demostrarse tantas emociones cuando la situación se conjuga así. Estaba escrito, era parte del destino, de lo que tenía que pasar. La conversación la tuve con mi papá. Sin duda, el hombre más grande que he conocido. Es difícil expresar en palabras lo mucho que significó esta conversación de cerca de tres horas, solo puedo expresar mi sentimiento de gratitud hacia la vida, por darme la oportunidad de compartir de esta manera con este ser, que comprende cabalmente lo que percibo de la vida, del mundo, y que sirve de guía a mi espiritualidad. Nada es casualidad; haber concientizado tantas cosas esta noche, haberme conectado tan íntimamente con el espítitu de este otro ser que amo y que me dio la vida, y haber compartido toda una esencia de vida, de alma y de filosofía con él, ha sido un momento tan valioso y tan crucial, que probablemente cambie mi vida para siempre. Al menos, era todo lo que necesitaba en un momento como este, en que no tenía claridad sobre mi misión. Gracias, desde lo más profundo de mi corazón, al creador de este universo, al artífice del espíritu, a quien mueve nuestras vidas, por regalarme este momento tan valioso de afecto y conciencia, gracias por tener a mi lado a un ser tan grande. Gracias, y que este mensaje que he recibido hoy no sea olvidado jamás de mi mente, que sea el motor que mueva mi conciencia y el combustible que haga crecer a mi espíritu. Papá, gracias por todo... te amo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

marcando territorio

Todo lo que está escrito en este blog son pedazos chorreados de mi propia conciencia (o inconciencia) y tengo todos los derechos del mundo sobre mis palabras, ok?
Prohibido copiar, plagiar y/o imitar mi súper estilo, mis ideas o cualquiera de las huevadas que hablo, porque mis pensamientos son únicos, y al que no le guste, chabela.