viernes, 31 de julio de 2009

El amor lo puede todo...

Ayer en la tarde estuve conversando con un amigo sobre muchas cosas, y en esa nos pusimos a hablar de sexualidad, a compartir experiencias, y llegamos a la conclusión de que "con amor todo es diferente, el amor lo puede todo". Y es tan cierto... Cuando uno ama, cualquier cosa que haga con la otra persona es pensando en su bienestar, y en el tema sexual eso no queda fuera. Las cosas son maravillosas dentro del marco del amor: el respeto, la confianza, el cariño, la preocupación, la responsabilidad... Es perfecto. Vivir las cosas con amor, entregarse a otra persona con el corazón abierto nos hace sentir más felices que cualquier cosa, y sentir ese amor de vuelta, más aún con lo físico (que todos sabemos que importa muchísimo, es la primera forma que tenemos de comunicarnos y de percibir al otro), es de las mejores cosas que existen. Si no es la mejor.
Debo reconocer que tengo miedo en este momento; miedo de no volver a sentir por nadie (ni con nadie) aquello que sentía bajo el alero de un amor tan grande. Y, claro, no me refiero solo a lo emocional. Porque me he dado cuenta que ahora, después de haber experimentado un sentimiento tan grande que me conectaba tanto con mi alma como con mi cuerpo y con el otro de manera completa, no me siento capaz de sentir con otra persona esa atracción tan grande que nos hace desbordar, esa pasión que enloquece. Siento que la perdí, o que se me quedó con él, no sé. Y no sé si me la va a devolver. También me da para pensar, que tal vez no debería haber depositado tanto en él, entregado tanto de mí, porque ahora siento que perdí una importante parte de quien soy... o quien era.
De todos modos, el amor es la raja. Sin peros. Claro que me gustaría poder entregárselo gratuitamente a esa persona, pero si él no lo quiere recibir, él se lo pierde, y punto. No va a dejar de existir el sentimiento por eso. Ni la pasión tampoco (ahí sí que no sabría decir si "afortunada" o "lamentablemente"), porque hasta ahora, nadie me ha hecho sentir nunca así, como si me conociera desde adentro para saberme desde afuera y hacerme sentir. Definitivamente, eso solo lo puede el amor. Genial, ¿hay algo más bello? Literalmente, "hacer el amor".

martes, 28 de julio de 2009

Colapso!

Y yo que pensaba que las vacaciones habían sido reparadoras...
Uno llega el primer día y resulta que se entera de que al otro día tiene una prueba coef. 2 de historia, y se urge. Pero al día siguiente la preocupación de la prueba no es nada, porque te avisan que en menos de un mes más termina tu semestre (sí, el que acaba de empezar), que tienes que dar al menos una prueba en cada ramo, te fijan pruebas para esta semana y la próxima, un libro para el viernes, una exposición sobre movimientos literarios, el trabajo de arte, etc, etc, etc..., todo en agosto.
No quiero más. Quiero salir de todo esto, me colapsa, me estresa! Y lo peor es que siento que el próximo año va a ser igual o aún más. Ahhh, ni sé pa' qué me preocupo tanto, tengo buenas notas y podría tirármelas todo agosto y aún así no bajar considerablemente mi promedio... pero es que soy ambiciosa, y me gusta sentirme superada; no me gusta la mediocridad. Pucha que sale caro!
No sé, solo necesitaba echar caquita un rato sobre esto, porque en verdad no me queda otra... o hacerla, o morir en el intento. No, y tengo que hacerla; morir no es opción, también está mi futuro en juego (qué loco pensar que unas cagás de pruebas pueden influir en mi ingreso a la universidad y mis posibles becas... cuático que tengan ese poder, pero así es no más)
Ya, al agua pato! Que mañana tengo que entregar un portafolio lleno de guías que, si es que tengo en algún lado, no he hecho...

lunes, 27 de julio de 2009

Pa' qué estamos!

Me hizo súper bien salir hoy día. Juntarme con esas amigas con las que hablamos cada lesera por minuto, reírnos, contarnos las cosas que nos han pasado últimamente, consejos van y vienen, filosofar y todo lo demás. De repente es bueno compartir con alguien eso que uno tiene guardado, sacarlo un rato, ponerlo en la mesa y que te ayuden a desmenuzarlo... al final se limpia, siempre sale lo mejor de todo, y lo malo se desecha tan rápido como las cenizas de los cigarros que se consumen mientras conversamos.
Estamos tan vivas. Nos sentimos tan vivas, tan jóvenes y libres de hacer con nuestros días lo que nos de la gana, proyectando nuestros sueños en el aire, mirando hacia adelante con la vista alta y el pecho hinchado, felices de disfrutar el aquí y el ahora, que es lo que más vale. Juntas nos sentimos más; más excelsas, más fuertes, más queridas, más sabias, más vivaces, más confiadas, más felices simplemente. Y pa' eso estamos, para alegrarnos la vida, pa' ayudarnos a agarrar vuelito de nuevo cuando la cosa se nos pone pesada, pa' pegarnos la cachetá cuando la estamos cagando, pa' que nos duelan los músculos de la risa con las cosas que nos han pasado, pa' hacerle "nanay" al corazón cuando lo hieren y pa' pegarnos la buena onda. Es lo mejor.
Realmente me siento feliz, me siento con ganas de hacer de todo (menos de estudiar para la prueba de historia que tengo mañana... claro), con ganas de ver el amanecer, de sentir el mundo y tocar el cielo, de alcanzar mis sueños y dormir con los ojos pegados en el techo, de esperar con calma que el tiempo pase y que estemos maduros, que crezcamos y que estemos listos para la gran aventura, y con ganas de gozar a full todo lo que venga en el camino, lo que venga hoy, mañana y pasado mañana, porque la vida es ahora y si no, ¿cuándo?

sábado, 25 de julio de 2009

Este... O este?

No me queda nada!! En unos pocos meses más voy a tener que dar la prueba para la que he estudiado por más tiempo en toda mi vida y decidir qué cresta voy a hacer de mi vida, si no hasta que me muera, por lo menos dentro de los próximos... 5... 10 años?
Tengo muchas dudas (como la mayoría, creo yo) sobre qué es lo que voy a estudiar cuando salga del colegio. Claro que en todo caso estoy súper segura de lo que me gusta (eso es el primer paso), pero mi debate va entre si estudiar lo que me apasiona, me motiva, me encanta, o estudiar lo que "me conviene", lo que me daría más sustento económico. Igual es una decisión difícil. Mi pasión es la música, es una cuestión inexplicable, me mueve, no sé, simplemente me encanta... pero por otro lado hay otras cosas que me gustan también, o sea: adoro escribir, me encanta la historia, las letras y el derecho. Humanista 100%, de corazón. Y ahí está el otro tema, porque me va súper bien, en general. La gente me dice: "Podrías estudiar lo que quisieras!! Medicina, ingeniería, derecho... y sales con que te gusta la música. Es como para matarte!"
Y la verdad es que, al menos, el tema "Derecho" no suena tan mal. Me gusta bastante, he de decir. Creo que con un poco de esfuerzo sería una buena abogada, y la verdad es que la encuentro una carrera bastante interesante. Pero no sé si me apasiona tanto, no sé si cuando esté chata y lo único que quiera sea sacarme el cerebro por un rato y echarlo en ácido, me va a motivar tanto como para sacar fuerzas de la flaqueza y seguir estudiando, luchando, sacrificando. Sé que la música lo haría. Aunque, a decir verdad, las cosas siempre se me han dado demasiado fáciles. No es que muchas veces haya tenido que estudiar harto para obtener buenos resultados, y tengo miedo también de eso, porque sé que el próximo año las cosas van a cambiar, que no será así de fácil, y no quiero fracasar. Pero es que no tengo "hábitos", ni voluntad de hierro. Gran defecto, lo admito.
No sé qué hacer... suerte que me quedan todavía unos 4 meses para pensar en esto, y decidir entre cagarme de hambre con la profesión que me apasiona, o vivir comiendo perdices con una profesión que no me desagrada, pero que no sé si me llene.

miércoles, 22 de julio de 2009

El alma de mi mundo

Son las cosas que valoramos las que nos hacen encontrar nuestra identidad. Hoy son esos lugares los que me hacen reencontrarme con quien soy. Creo que estoy volviendo a mi antigua vida, donde me siento conectada con mis recuerdos, donde camino sola por la ciudad, por el mundo, viendo como la vida sigue, pensando y sintiéndolo todo. Recorrí una vez más aquellas calles que me llevan a los mejores momentos, paseé por los rincones que me devuelven a mi verdadero yo, a mi pasado, mi presente, y que me muestran un futuro. Esos edificios llenos de mística, llenos de una vida añejada y guardada, escondida, pero latente.
Siento la paz del mundo. Siento cómo la naturaleza y el valle donde estamos se comunican conmigo a través de la ciudad, que entierra sus raíces en este lugar. Siento el viento frío, veo la luz del sol de invierno, las nubes, las montañas nevadas a lo lejos, los árboles cerca, los árboles en la distancia, las construcciones antiguas, desmoronadas, impasibles al paso del tiempo pese a todo, y me doy cuenta de que el alma de este valle, su alma natural, y el alma de la ciudad, esa que ha vivido aquí desde hace quinientos años, son la misma, el alma de nuestro mundo. Mi mundo. Que el tiempo pasa, las vidas siguen, las vidas cambian, y el alma de este lugar sigue siendo la misma, y que cada vez que la invoque me traerá de vuelta a mis orígenes, a lo que soy, me devolverá la identidad y me conectará con mi historia. Mi propia historia.
Hoy me siento trascendente. Como si mi vida fuera inmune al tiempo y al espacio, como si siempre hubiera estado en el mismo lugar. Me siento regresar, me siento avanzar. Vivir, a fin de cuentas.


martes, 21 de julio de 2009

Como en la nube...

No sé.
Como que ando saltando en una pata (figurativamente, claro, ni ahí con moverme de mi camita en ese momento...).
Desperté en otra, y he andado así todo el día. Algo dentro de mí me está haciendo recuperar esa felicidad que había perdido. Será la esperanza, tal vez. Será que estoy aprendiendo a amar de verdad, sin obsesiones ni cosas enfermizas, ni sicópatas, ni ataduras. Solo ser y dejar ser. Me encanta.
Veo que el tiempo pasa, que las cosas están mejorando. Me siento más tranquila, que puedo mirar las cosas con otros ojos, que todo pinta bien para el futuro, que soy capaz de esperar a que llegue el momento indicado, ese que pensé que llegaría mucho más tarde y la vida nos adelantó, pero que sigue siendo el norte. Qué optimismo.
Amar es la patá. Realmente estoy comprendiendo que amar no implica sufrir por nimiedades (huevadas, por qué no decirlo), sino que es entregar, sin esperar recibir. Y se siente filete. Yo pensaba que eso eran cosas que se dicen en los libros como para consolarse de que no te correspondan, o que las cosas no sean como uno quiere, pero no, es real... no pensé poder sentirlo, pero realmente me hace feliz simplemente amar. Bacán.
Ojalá que me dure... uno nunca sabe.

marcando territorio

Todo lo que está escrito en este blog son pedazos chorreados de mi propia conciencia (o inconciencia) y tengo todos los derechos del mundo sobre mis palabras, ok?
Prohibido copiar, plagiar y/o imitar mi súper estilo, mis ideas o cualquiera de las huevadas que hablo, porque mis pensamientos son únicos, y al que no le guste, chabela.